martes, 26 de agosto de 2014

Teatro sin perdices

Esta es la historia de un pueblo en el que construyeron el teatro mas lujoso jamas visto. Pero también es la misma historia del pueblo que murió de pena, porque no había historia en su teatro.
Esta historia no comienza con erase una vez, porque no hubo ninguna vez. Y tampoco había protagonistas, porque nadie tenia los cojones de quedarse con el papel principal.

Y si, podría haber ocurrido una historia en ese pueblo, pero era mas fácil esperar a que sucediera sola, ¿verdad?
Muchos, muchos prometían que eran capaces de hacerlo, que tenían suficiente valor para subirse al escenario, y comerse al público, comerse el mundo. Pero a la hora de la verdad allí no había nadie, el escenario estaba vacío, las intenciones quedaban reducidas a simple escoria, las intenciones no valen de nada.

Y esperando pasó el tiempo, y nadie entró en el teatro para ensayar, por pura cobardía. Y nadie encendió las luces. El teatro quedó vacío. El pueblo se quedo esperando una preciosa historia que jamas existió. Porque el miedo pudo con los supuestos actores. 

De qué sirve un teatro si sus luces no brillan. De qué sirve un teatro si no hay aplausos. De qué sirve un teatro si no esta lleno de sensaciones, y únicamente está lleno de butacas. Alimentarse solo de intenciones y de ilusiones, no es suficiente. Por eso el pueblo murió de hambre.

2 comentarios:

  1. Muy chulo, y muy bien relatado, aunque el final me lo esperaba más en plan 'el teatro es la vida de cada uno, en la que hay que esforzarse y trabajar por las ilusiones de cada uno', no en plan de que las intenciones no sirven para nada jeje. Un saludo, y suerte.

    P. D. te echamos de menos en el otro blog :'(

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    1. El otro blog, lo veía demasiado superficial y lo dejé porque pienso que ya os he enseñado todo lo que se. Eso si, si algún día tengo algo más que añadir, sin duda alguna que lo retomaré y os avisaré por este. Un beso :)

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